Era el tercer crucigrama que resolvía en aquella mañana. Sin embargo aquel horizontal 17 entre “Clave musical” y “Ave costera del Atlantico” era lo único sin resolverse. El lápiz que apenas respiraba en aquella mano, bailaba de un lado al otro. Teresa pensaba con más y más fuerza. Sabía que el omelete estaría pronto en unos minuto, por lo que tenía que resolver aquel enigma: cinco letras “Femenino de gran tamaño”.